La arquitectura preventiva refuerza la percepción de seguridad, otorgando tranquilidad y control al usuario.
Desde la concepción del proyecto de arquitectura contempla la seguridad como elemento clave en el diseño tanto desde el emplazamiento como hasta la tecnología requerida.
Para desarrollar una correcta arquitectura preventiva, se requiere de estudios criminológicos y sociológicos locales, y debe ser apoyada por un equipo multidisciplinario en iluminación, paisajismo, tecnología, entre otros, dependiendo del requerimiento.
Cada diseño corresponde al caso a caso y debe adaptarse a la realidad local, puesto que cada variable es diferente y trae consigo diferentes resultados.
El proceso de diseño está basado en la metodología CPTED Canada (Crime Prevention Through Environmental Design – Prevención de la Delincuencia Mediante el Diseño Ambiental) y adaptada a la realidad nacional por SBD Chile.